mardi, novembre 07, 2006

Panecillos

Ya para dejar muerto el tema por este año, me gustaría bloggear sobre la tradición del pan de muertos. El pan de muertos tradicional es de forma redonda para simbolizar una tumba; el núcleo, en la parte superior, representa la base del cráneo, y los adornos laterales, los huesos de las extremidades.
La panadería mexicana se engalana con el pan de muerto, que no es el mismo en todas las regiones, sobre todo en el decorado. Sin embargo todos los panes mantienen la redondez en referencia exacta a la circularidad del ciclo vital -el ying y el yang (dirían los chinos), el modo de acomodar el esqueleto es distinto. Así, la gorda calaverita y los huesitos pueden ir resaltados (centro del país) con ajonjolí (¡yumi!), o bien dibujados en la superficie, con una mezcla de azúcar y harina. En algunos lugares incluso se le ponen encima diversas figuritas de animales y se le escriben dedicatorias y frases bromistas sobre la muerte.
Esta tradición del pan de muerto se ha ido perdiendo como todas las que tenemos y no digamos porque ya no le guste a la gente el pan, sino que ahora prefieren comprarlo que hacerlo con sus propias manos (aunque salga duro como roca). Hace poco estaba platicando con mis papás y me contaban que cuando ellos hacían pan con sus abuelos se reventaban hasta 2 arrobas de harina (no de las @ que ahora conocemos sino 20 Kg. de harina), uno se preguntará para que tanto pan pero me comentan que todo el pan se hacia para la ofrenda y para regalar a toda la familia. Ahora algunos hasta esconden los panes cuando alguien llega a su casa (ni siquiera una bolita del muerto) o puede ser que tengan una razón justificada y que no les halla gustado como sabe su pan (en ese caso pues quédense con su pan…jeje). La verdad cuando alguien te regala un pan pues es un buen gesto (a pesar del sabor).
En mi casa, mis abuelos, tíos y la mayoría de la familia está acostumbrada a hacer pan (aunque sea poco) para convidarles uno o dos a cada familia. Aún recuerdo los días en que toda la familia se reunía en la casa de alguno de mis abuelos (maternos o paternos) en torno a un horno de ladrillo (jeje) y hacíamos pan hasta muy entrada la madrugada. Imagínense la escena de varias familias haciendo pan hasta las 3 AM, es decir, éramos tantos que a veces no se podía poner tanto pan (llegaba el pan, salíamos nosotros). Pero todo eso era agradable, después con la llegada del horno de gas pues mis papás ya no querían juntar leña y mejor se compraron un horno de gas (¿el pan ya no sabe a madera, bua!). Ya no hay las incansables reuniones de familiares, ni probamos los panes de todos pero seguimos haciendo pan y convidándolo a nuestros amigos (a veces es lo que importa).
Este año llegue a pensar que no haríamos pan en mi casa (con eso de que mi hermano se puso de horno de piedritas), sin embargo mi hermano nos alentó a hacer un poco y seguir con la tradición, mínimo si no tengo para comprar muy caro el pan pues podré comprar un kilo de harina y hacerlo (aunque sea con agua).
Estaba pensando en poner la receta del pan pero después ya más calmada de animos pensé que no le harían caso y que pues sólo serirviría de relleno así que mejor la dejé por la paz.
Aquí me cacharon con las manos en la masa, déjenme decir que me tocó batir un tanto de la masa, pero creo que no se ve muy bien. Para no ensuciar toda la mesa tuvimos que utilizar una tinita que no era muy cómoda para batir pero evitaba accidentes (que se cayera la masa al suelo)...jiji
Aquí está un acercamiento de la masa, creo que se ve un poco extraña, pocos nos podemos imaginar que una cosa tan rara nos lleve a la existencia de sabrosos panes que pueden deleitarle el paladar a quien sea, aunque después tengamos que estar haciendo más abdominales de la cuenta.
Ya después de haberle dado sus buenas cachetadas a la masa pues la dejamos reposar para que se haga el doble o el triple de ella (dejamos que actue la levadura), si usamos así como así la masa lo que va a pasar es que nuestros panecillos van a quedar aplastadillos.
Ya que nos encontramos en el proceso de la hechura, tenemos que saber exactamente como queremos nuestros panes si chiquitos o grandotes. Aquí los aplastamos como si fueran galletas pero gracias a la magia de la cocina cuando salgan del hornos se habrán esponjado para quedar como unos verdaderos panes de muerto.
Aquí ya los vemos como todos unos panes adultos que están a punto de entrar al horno, ya tienen todo listo: el huevo y el ajonjoli están preparados. Como se logra observar los panes ya están esponjados (como los gallos en plena pelea).
Ya están listos, ahora debemos esperar a que se enfrien para poderles dar el visto bueno. Me contaba mi abuelita que nunca se debe de comer el pan caliente y tomar agua porque puede hacer mal al estómago, nunca lo he intentado pero prefiero no hacerlo (será lo que será pero si me duele el estómago por unmito urbano, prefiero no tomar agua).
Ya después de unos minutos al aire libre y ya más frío, ni tarda ni perezosa decidí checarq ue tal habían quedado los panes. Quedaron muy buenos (que más puedo decir son mis panes). Espero que esta tradición no se pierda porque a parte de ser una buena tradición es muy sabrosa o ¿quién opina lo contrario?. *D

2 commentaires:

Ing. Cardioide a dit...

*snif* Se me antojo el pan de muerto :( jajajaja...

A donde puedo ir por el? jajaja

Saludos!

Lalo.

Rous_lyn a dit...

Bueno si quieres pan de muerto pues puedes ir a la panadería :p, pero creo que ya no venden. si te arriesgas a viajar km. por un pan pues en Tlaxcala puedes llegar...jeje....y por allá está tu pobre casa.

Chao!!