jeudi, janvier 18, 2007

Eso que los humanos llaman amor


Empiezo este post citando a mi amigo Juan Luis con su frase, creo que él nunca entendió lo que era esa palabra hasta que se enamoró, pero cuando se enamoró deseó no haberlo estado nunca. Es en este momento cuando recuerdo el nick de mi primo Jairo que dice “es mejor sufrir que no saber que es amar” (o algo por el estilo). Ni siquiera puedo definir exactamente lo que sea esa palabra, ni todo lo que seamos capaces de hacer por “eso”, pero lo que es cierto es que no sabemos exactamente lo que es sino hasta que lo experimentamos. Es decir, esto es como las ciencias experimentales que no sabemos cual será el resultado sino hasta que lo comprobamos, antes sólo podemos decir que haremos tal o cual cosa pero no lo podemos adivinar hasta ver la realidad.

He buscado definiciones de diferente tipo sobre lo que es “amor”, cada ciencia o cada punto de vista lo define como algo diferente. En la Enciclopedia Encarta explica “fuerte inclinación emocional hacia otra persona”, para los griegos el amor representaba el principio del cosmos, mientras que para una revista de química se puede definir el amor como una mezcla de sustancias bioquímicas que surgen al encontrar a una persona afín.

Tengo una amiga que compartía el punto de vista de los químicos, ella nos comentaba que el amor se acababa en menos de 6 meses y que sólo era como un cóctel de sustancias segregadas por el cuerpo y dentro del cuerpo. Ella siempre decía que no se casaría por la misma razón “es química y se acaba”. Por esa razón comentan que nunca digamos “de esa agua no he de beber”, nuestra sorpresa fue cuando 6 meses después se casó con un chico que había conocido hacia 4 meses. ¿Dónde quedaron sus palabras? En ese punto creo que su punto de vista químico se le había olvidado de la cabeza.

Nadie puede experimentar en cabeza ajena, así que no puedo decir cual ha sido mi experiencia de amor porque muchos dirán que es diferente de la de otros cuantos.

¿Por qué nos enamoramos de unos y no de otros?, es más, cuando vemos que alguien siente algo así por nosotros pareciera que estamos viendo hacia otro lado. No nos podemos explicar exactamente en que nos fijamos puesto que para que te guste una persona es más fácil que para que te enamores de ella. Una persona te puede físicamente, pero si no hay compatibilidad en la forma de ser puede ser que sólo quede todo en una atracción, mientras que si una persona te atrae por su forma de ser llegará un momento en que te fijarás en alguien que te atraiga físicamente, ¿nunca estamos contentos?. Otros más sólo buscan “compatibilidad” de carteras pero eso tampoco lleva a la felicidad.

Además hay otro punto una persona puede atraerle a otra, pero esa otra puede verla sólo como amiga o como una conocida. Es en este momento cuando deseamos hacer uso de todos los encantos y aún así no pasa nada. No nos fijamos en nadie más porque creemos que la otra persona es la “adecuada” y de repente zaz nada.

También está el caso cuando una persona observa todas las señales posibles de “enamoramiento” por parte de la otra persona, es cuando también se emociona y , de repente, no es cierto sólo alucinaciones. Este tema ha sido uno de los más concurridos con algunos de mis amigos. Recuerdo a una amiga que me decía “pero si me invitó a salir, me llevó a comer, me hablaba mucho por teléfono, hasta me decía amor, corazón, etc.” pero nunca me dijo nada. Aquí fue cuando ella comenzó a creerse en el “alusín” una de las tácticas que muchos usamos. Recuerdo que un día me dijo mi primo “está bien que estés enamorada pero no te emociones”.

Pero no todo es malo, hay casos en los que una persona ama y la otra también. Es cuando se debe de agradecer y disfrutar lo que suceda, no vivir siempre asustado de lo que pasará, mientras te deje algo bueno una enseñanza será lo mejor. Así que lo que venga lo mejor es que lo viví.

1 commentaire:

Orquídea Moyao a dit...

Según ...un maestro.. citándolo con el MLA :p "nunca hay amor igual o recíproco por ambas personas, siempre es 50% y 20% por poner cifras".

Y esto me recordó a la película -con aquel mi amor platónico N. Cage- de "City of Angels"