Era muy extraño verlo por primera vez, un par de extraños que sabían mucho sobre ellos y a la vez no se conocían.
Tantas cosas de las que habían platicado y aún así tuvieron 3 horas frente a frente para platicar y no aburrirse. Para ella la impresión de conocerlo fue mucha pues cuando lo vio, no lo reconoció a primera vista, pero él la conocía y la saludó.
Los primeros minutos fueron de tensión, ninguno sabía que decir, ninguno podía respirar bien, ninguno volteaba a ver al otro, en los dos había pena.
Él estaba incómodo y le dijo a ella que se fueran lejos del punto de encuentro, ella aún no se recuperaba de la impresión tanto tiempo pensando en como iba a ser ese encuentro y, por fin, se había hecho realidad. No era como lo esperaba, pero tampoco le desagradaba.
Pero ¿qué pensaría él de ella? Prefería no preguntarlo o imaginar que él estaba contento al verla. De todas maneras, el encuentro no había sido como ella lo esperaba. Él vestido muy formal y ella era todo un desastre.
Subieron a su coche y por un rato él manejó sin rumbo ¿a dónde?, ¿quién sabe?. De repente, algo para recordar de la primera cita, él había olvidado su cartera y no sabía como pedir disculpas. Las flores prometidas quedaron en el olvido, pero ella estaba feliz de conocerlo.
Por fin, alguien dijo ¿qué hacemos?. Ella decidió ir por un café y él dijo ¡No traigo mi cartera! y demostró tristeza en su cara. A ELLA NO LE IMPORTABA pues estaba con él, podían estar en el cerro o en cualquier lugar pero juntos platicando.
Fueron al café, platicaron de todo y de nada. Ella lo miraba a los ojos tratando de descubrir algo y él se ponía de 1000 colores, no sabía que decir y no la miraba a los ojos. Platicaron de cómo se habían conocido ¡Todo por tu hermano!, por él estamos aquí.
Ya no había marcha atrás, había una tracción y muchos impedimentos: el hermano, la novia, el que dirán, la chava del café, su pasado, cosas que no importaban pero que eran un impedimento.
El encuentro terminó faltaban muchas cosas que decir, él dijo que se volverían a ver, ella pensaba lo contrario, él dijo que se verían más pronto de lo que ella pensaba y ella pensó en ese momento “la siguiente semana” pero ya no lo dijo, esperaba que él lo dijera pero él sólo se quedó callado y se despidieron. Al parecer sólo fue un deseo de ambos, volverse a ver. Se despidieron con un beso en la mejilla, ambos esperaban algo más pero no se atrevieron, ¡Lástima tal ves sería para la próxima vez!
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