15 de septiembre inolvidable

Ayer después de tanto pensarlo, mi hermano y yo nos fuimos al centro deTlaxcala para "dar el grito". La verdad mi hermano no quería ir puesto que pensaba que "habría demasiada gente" pero qué es un festejo sin personas. Así salimos de mi casa a las 9:00pm para vernos con una de mis tías, yo había quedado con unas amigas para que nos vieramos en el parque y fueramos a bailar un rato, pero lo malo es que no nos pusimos de acuerdo exactamente donde nos veriamos, eso fue lo malo porque después de tantas invitaciones pues "me quedé con mi hermano" toda la noche, fue divertido.

Estuvo lo de costumbre, las personas, el grito de personas que no sabían ni cual era la razón de su grito, las personas que no sabían quien le estaba pisando su pie, personas que empujaban sin diestra y siniestra, los fuegos artificiales, las palabras en "foquitos" que decían VIVA MÉXICO y TLAXCALA, entre otros muchos aditamentos del día del grito. Claro lo que no podía faltar era la comida y la bebida y, por lo tanto, uno que otro borrachillo que causaba risa a muchos jovenes.

De hecho, junto a nosotros, estaba un señor ya muy pasado de copas que gritaba "VIVA MÉXICO" mientras los chavos que estaban junto a él se burlaban y se tomaban fotos para recordar su encuentro con el borrachillo, es más, los chavos decían este hombre ya está mal.

Después del grito, hubo unos 25 minutos de fuegos artificiales que adornaron el cielo tanto por la luces como por el humo que desprendían los fuegos. Después a mi tía se le ocurrió la idea de ir a dar unas vueltas por el parque (creo que ya nos estaban saliendo raíces por estar en un sólo lugar), así dimos una, dos, tres vueltas por nuestro parque. Sin embargo, creo que la tercera vuelta fue la que haría que este 15 de septiembre no se me olvidara jamás.

Estabamos en nuestra tercera vuelta cuando de repente, no sé, creo que por instinto tuve que voltear a un lugar donde había poca gente, es más, se podían contar con los dedos. No sé decir porque había tan pocas personas, tal ves, no era interesante lo que vendía o simplemente aún no se llenaba por completo el parque. Al momento de voltear pude reconocerlo, siempre con el mismo porte, siempre sin sentir el paso del tiempo, era el mismo de siempre. Parecía que ese día había sido destinado para grabarse en mi cabeza. Sentí que tenía mucho tiempo (aunque habían sido pocos meses atrás cuando llegaste a mi casa para pedirme un favor) que no lo había visto, es más, seguía con la imagen de lo que alguna vez habiamos pasado. Pero....¡estabas con alguien más, sino me equivoco tu futura esposa (mencionado en el post)!. Todo parece indicar que mi mirada llamó a la tuya y volteaste al momento, me viste y quise perderme entre la gente pero no podía ya me habías visto y no podía huir. ¿Cómo podía enfrentarme a ti, cuando aún mi corazón tenía el recuerdo de nuestro último encuentro? Ese encuentro que fue interrumpido por alguien más, me sentí con ganas de salir corriendo y de pedirle al mundo que me alejara lo más posible de ti...pero no pude.

Sólo acerté a decir "ahorita regreso, voy a comprar papas" y mi hermano se quedó esperandome con mi tía, entonces pasó lo que tenía que pasar, me seguiste y le dijiste a tu "futura esposa" que regresabas en un momento. Te acercaste y me saludaste, sólo logré esbozar una sonrisa y agachar la cabeza, me dijiste que "me extrañabas mucho", no logré procesar eso en mi cabeza y decidí bloquearme. Me dijiste muchas cosas pero yo sólo veía que movías la boca, no podía escucharte, no quería escucharte, no debía escucharte, sentían que si te escuchaba podrían pasar muchas cosas. Me volví a conectar a este mundo y escuché "te quiero mucho", yo sólo pude decir ¿cuándo es tu boda?, vi el desconcierto en tus ojos pero yo ya no podía hacer nada.

A pesar de tantos años que han pasado seguimos pensando lo mismo, no hemos crecido y somos los mismos niños de la preparatoría. Fue justo que te dejara, tú puedes ser feliz con alguien más, sabes que nosotros no podremos estar juntos aunque lo quieramos. Pero te aseguro que esas palabras que logré escuchar salir de tu boca se quedarán plasmadas en mi corazón por siempre, en mi cerebro y en nuestros recuerdos que ahora construirás con alguien más. Quise decirte lo que sentía pero no pude pensar y sólo pude decir "espero seas feliz y que no te olvides de invitarme a tu boda". Me despedí y me dije a mi misma que no debería de pensar en esto, por eso lo escribo para borrarlo de mi cerebro y plasmarlo aquí.

D

espués de esto, llegué con mi hermano y decidimos seguir dando vueltas por el parque aunque la cuarta vuelta ya no se completó porque decidimos irnos a "las maquinitas con mis primos". Será inolvidable este día, pasarán años y seguiré pensando lo que me dolió partir.