Hace algunos días, mi mamá y yo tuvimos que ir México para comprar algunas cosas para la papelería. Lo primero que mi mamá quería comprar era un buen tanto de calendarios para obserquiarles a sus clientes como en Sto. Domingo ( si allá donde están las imprentas) salen más baratos pues nos fuimos hasta allá. Nos bajamos en Pino Suárez y pasamos por todo el centro. Es de esperarse que todos los días se vea mucha gente caminando por las calles principales, pero ahora dos cuadras antes de llegar al centro las calles estaban cerradas a la circulación vehicular, las repuesta "la pista de hielo". Había unas que otras personas formadas para que les dieran su pulsera y patinaran.
Muchos estaban patinando, pero como no se lograba ver la pista de hielo pues mucha gente trataba de ver aunque sea por un espacio. Pasamos por ese lugar 3 veces, cuando fuimos a pedir los calendarios, 2 horas después a recogerlos y una última vez cuando ya íbamos de regreso, siempre con mucha gente a los alrededores. Las estatuas vivientes, la gente en bicicleta, personas que estaban cansadas y se quitaban los zapatos, muchisima gente comprando helados, los artístas de la calle, entre muchos otros. Es emocionante ver tanta gente y a la vez es alarmante pensar donde al atardecer se mete tanta gente.
Después nos fuimos a dar una vuelta para comprar en Tepito. Tuvimos que dar muchas vueltas para encontrar lo que quería mi mamá para vender, encontramos que aunque en "verdad" ya no hay tantos ambulantes pero aún los hay algunos que otros. De repente, escuchamos que decían "hay vienen las patrullas" todos empezaron a recoger sus cosas y ni dejaban pasar. Así estuvimos hasta muy tarde en contra de lo que nuestros amigos de allí nos habían dicho "no salgan cuando ya está oscureciendo", pero salimos sanas y salvas y llegamos a tomar en autobús.
Así llegamos a nuestra casa y con muchas cosas para vender en la papelería y regalos, además de nuestros calendarios.

Muchos estaban patinando, pero como no se lograba ver la pista de hielo pues mucha gente trataba de ver aunque sea por un espacio. Pasamos por ese lugar 3 veces, cuando fuimos a pedir los calendarios, 2 horas después a recogerlos y una última vez cuando ya íbamos de regreso, siempre con mucha gente a los alrededores. Las estatuas vivientes, la gente en bicicleta, personas que estaban cansadas y se quitaban los zapatos, muchisima gente comprando helados, los artístas de la calle, entre muchos otros. Es emocionante ver tanta gente y a la vez es alarmante pensar donde al atardecer se mete tanta gente.
Después nos fuimos a dar una vuelta para comprar en Tepito. Tuvimos que dar muchas vueltas para encontrar lo que quería mi mamá para vender, encontramos que aunque en "verdad" ya no hay tantos ambulantes pero aún los hay algunos que otros. De repente, escuchamos que decían "hay vienen las patrullas" todos empezaron a recoger sus cosas y ni dejaban pasar. Así estuvimos hasta muy tarde en contra de lo que nuestros amigos de allí nos habían dicho "no salgan cuando ya está oscureciendo", pero salimos sanas y salvas y llegamos a tomar en autobús.
Así llegamos a nuestra casa y con muchas cosas para vender en la papelería y regalos, además de nuestros calendarios.

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