
En uno de esos lapsus emocionales (es decir que no tengo mucho en que pensar) se me ocurrió ponerme a pensar sobre el “bendito” té (con acento, eh!).
Me puse a pensar sobre los nombres extraños que luego llegan a ponerles en los cafés a las simples infusiones de agua con hierbas o frutas. Recordé que un día cuando andaba paseando con mis amigos me puse un poco mal (sólo un poco a punto de desmayarme) y ellos (con todo el pesar de su corazón) me llevaron al café más cercano (en lugar de la clínica) y me sentaron en el sofá, yo tenía que ir al baño para echarme agua en la cara, así que les dije que me pidieran un té, no sabía de que pero lo pidieron. Cuando llegué me dijeron “te pedimos un ojos azules” si no hubiera estado tan mal, hasta hubiera bromeado con eso (de hecho me gustan más los ojos color miel). Después me sentí mejor, no sé si fue por el té o por el calorcito pero me sentí mejor, así que se lo atribuimos a la dichosa infusión que de azul sólo tenía el nombre.
Así me lancé a la búsqueda de más información sobre el té y me di cuenta que lo que nosotros en México llamamos té, cualquier infusión, (agua + extracto de planta) es un error pues el té sólo puede estar hecho de un árbol llamado Té.
En general, el té es una de las bebidas más antiguas del mundo y provenía de un árbol que aún se cultiva en el Medio Oriente, pues ya que en ahí el tomar el té es todo un ritual que te asegura el bienestar, la belleza y serenidad (a tomarlo siempre). Después, esta tradición pasó a Europa, donde se convirtió en una actividad de refinamiento, ya que sólo las clases altas la realizaban. Ya un poco después se expandió en el mundo entero.
Según los expertos el té (verdadero) y el vino son muy parecidos porque educan al paladar, además de que ambos tienen matices diferentes. Lo mejor para cuando uno empieza a tomar el verdadero té es comenzar con alguno saborizado, más que nada porque no estamos acostumbrados al verdadero sabor del té, así hasta agarrarle el gusto hasta convertirlo en una costumbre. Si queremos empezar con alguno especial podemos tomar el té de jazmín (muy recomendado por mí y muy suave), el de pétalos de rosa…bueno con estos sabores ya hasta se me antojo uno, en cuestión de sabores podemos encontrar varios y ponerles caramelo o chocolate si se quiere.
Al principio el té sólo era verde, pero como se transportaba a Europa en barcos lo tuvieron que hacer más resistente, así surgió el té rojo, negro y blanco (yo no los he visto, pero dicen que existen). En China, se le daba el nombre al té por el color de la planta de la cual salía. De hecho, el té de China aún se sigue recolectando a mano y se procesa de diferentes maneras para obtenerlo de diferentes colores. A pesar de no ser tan estimulante como el café se recomienda no tomarlo en ayunas (¡aguas! que muchos lo tomamos como desayuno) y menos si se tienen problemas intestinales.
Después me decidí y fui a un lugar donde se supone que el té no es pirata (porque hasta al pobre té lo han pirateado) y me dijeron como se debe de preparar correctamente un té:
- Checar la temperatura y el tiempo porque si se pasa de tiempo, el té se puede cargar mucho y saber amargo.
- No dejar hervir el agua (siempre lo ponía hasta que sacara muchas burbujotas) y sólo agregar dos cucharadas cafeteras de té.
- Calentar el agua sólo hasta que empiece a tener burbujitas en el fondo del recipiente.
- Se retira del fuego y se empieza a enfriar hasta que este aprox. a una temperatura de 70 o 75º (si tienen termómetro mejor).
- Se agrega el té al agua y se deja unos 3 minutos y 5 si es blanco.
Ahora que ya sabemos preparar un té pues a conseguir el té indicado y a empezar a tomarlo, además es bueno y no tiene calorías. Recordemos Té no tisanas que es lo que tomamos en México.
Por último, un dato curioso (bueno todo el post es un dato curioso..jeje) , anteriormente el té sólo era para los emperadores y quien se atrevía a beberlo podía ser castigado hasta con la muerte….(¡ups!).
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